Hoy quiero contarte mi historia de vulnerabilidad, verás, estoy transitando por un cambio de vida personal, este cambio motivó un objetivo que estoy accionando y, me está impulsando a planificar y probar acciones diferentes en mi vida profesional.
Una de estas acciones de prueba es “buscar oportunidades profesionales como consultora externa en Instituciones Públicas afines a mi área profesional”.
Así que puesta en modo «accionar total», busqué y encontré una “convocatoria ideal” que requería Mentores en mi especialidad para ejercer como profesional especializada brindando Mentoría a Emprendedores con Marca en México.
¡Era ideal (insisto)!
Lo era (sobre todo) porque creí que cubría todos los requisitos:
Especialista en Propiedad Intelectual.
Con más de 5 años de práctica.
Con título profesional.
Es más ¡Me vi sobre calificada para la convocatoria! Porque dije hasta tengo posgrado, especialidad y mucha mucha práctica.
¿Te ha pasado alguna vez optar a una convocatoria que parece hecha para ti?
La sorpresa llegó unas horas después cuando desde el organismo de la convocatoria, recibo un email que dice:
“En esta ocasión la convocatoria está dirigida a personas que colaboran en entidades públicas, instituciones de educación superior públicas y centros de investigación públicos.
En este sentido, para formalizar tu participación, es importante que, en su caso, nos indiques la institución pública o centro de investigación público al que perteneces y que completes tu formulario indicando tu correo institucional.
Quedamos atentos a tu amable respuesta y agradecemos tu interés.”
Desde luego ese requisito (subrayado) de la convocatoria no lo cubro, así que mi primer impulso fue:
¡Querer entrar!
¡Querer que alguien me ayudara a cubrir el requisito!
¡Querer pertenecer a un grupo o formar un grupo con mis EXcolegas de empleo público!
Te soy sincera si te confieso que ¡Sentí urgencia de entrar en la convocatoria! En un instante recordé por allá de 2004-2005 cuando una de mis colegas abogada-funcionaria pública del Juzgado de Distrito participó en una convocatoria para convertirse en Juez Federal “y no cubrió los requisitos”.
En aquel momento yo era abogada junior y vale madres ¡No entendía aquella decepción!
¡AHORA SÍ LA ENTENDÍ! Y me conmoví de mi ex compañera y de mí misma.
En automático, recordé varias historias del tipo y también recordaba como fotos la cara y la expresión de mis colegas, decepcionadas, tristes y…
Me pensé incompleta e insuficiente.
Casi iba a empezar a “darme en la espalda con el látigo” cuando…
Pensé ¿Realmente qué me está pasando?
Sentí decepción y luego enojo porque quise gritar ¡Como es posible que la autoridad no sea capaz de abrir los ojos y ver lo extraordinaria que soy! ¡Porque pone requisitos tan excluyentes, categóricos e institucionalistas!
¡Entonces lo entendí!
No estaba siendo suficiente para el sistema.
Entonces, me puse los anteojos de LA INSUFICIENCIA SISTEMÁTICA y, la vi en todos los lados que ayer te conté:
En entrevistas,
en revistas,
en más convocatorias,
en ofertas de empleo,
en discursos…
Y lo más importante, la vi en mi sistema de creencias colectivo, la vi de frente y pude decir ¡ahí estás cabrona!
Ahí, en ese reconocimiento muchas cosas han pasado en solo varios días y varias horas, una de ellas fue armarme de VALENTÍA para contarte ayer y hoy mi historia, a pesar del impulso de querer guardármela por considerarla no tan importante.
¿Sabes?
Algo que he corroborado con mucha fuerza este año es que, todo lo que hacemos los profesionales en internet que ofertamos servicios de nuestra Autoría e interpretaciones profesionales, tiene que ver directa o indirectamente con nosotros mismos:
Con nuestra personalidad.
Con nuestra ideología y valores.
Con nuestras creencias sociales y personales de la vida.
Y mí historia tiene que ver con eso de que “parece” que hay personas que “con solo tronar los dedos” hacen que muchas cosas sucedan.
También entendí que ¡Este mensaje colectivo me ha atrapado muchas veces de muchas formas!
Y su peor efecto es que, me ALEJA DE SER YO MISMA, de continuar enfocada en lo que yo quiero.
También me deja claro que, al Sistema nunca le va a interesar lo que siento ni mucho menos quien realmente soy.
Al Sistema no le importa qué tipo de profesional soy.
Al Sistema no le importa cómo yo he logrado interpretar el Derecho desde mi visión integral y las soluciones novedosas que realmente ofrezco.
¿Tú cómo crees nos ve el sistema a los profesionales?
Y lo realmente revelador es que: ¡Mi trabajo ya no es ya luchar con el sistema! Mi verdadero trabajo es estar en paz con quien soy, lo que quiero, cómo me quiero desarrollar profesionalmente y lo que realmente aporto profesionalmente con mis soluciones ¡Me avale o no el sistema o quien quiera que sea!
Y este trabajo es muchísimo más profundo de lo que yo te cuento aquí, este trabajo inició en el momento en el que decidí que quería saber:
Qué tipo de personalidad he desarrollado en esencia.
Qué aspectos de mi personalidad sobresalen y destacan en vida.
Desde donde me expreso con verdadera naturalidad.
Con quien conecto mejor desde mi comunicación más genuina.
Y mucho más que he podido desarrollar en mí, a partir de conocer mi personalidad a través de la herramienta del eneagrama.
Hasta llegar a esta historia aún sin fin de mi propio proceso y, que fue posible proponiéndome trabajar con 1 solo objetivo ejecutable en el corto plazo.
Dime ¿A ti te gustaría conocer tu tipo de personalidad y acercarte a 1 objetivo en el corto plazo?
Si justo estás buscando “esa pieza” que te ayude a conectar tu personalidad con tus servicios profesionales y estás abierta a conocer la herramienta conocida como “eneagrama” te invito a tomar una sesión de claridad conmigo y conocer:
De qué trata el eneagrama.
Cómo podría funcionarte profesionalmente en el desarrollo de tus servicios.
Cómo mi servicio especial de 3 sesiones intensivas te acerca o lleva a lograr el objetivo que ya tienes en mente en este momento.
Mi sesión de claridad es para ti: conversemos y abramos juntas un mundo de posibilidades.
¡RECIBIR CLARIDAD! |
Si te ofrezco esta sesión es porque estoy experimentando en mí cambios genuinos, que también tienen repercusión en Empatía Jurídica®.
Además, estos cambios también los he presenciado en otras Profesionales que han confiado en mís sesiones intensivas, en las que, con diferentes personas hemos trabajado:
1. Saber qué la detiene a priorizar y avanzar con su Proyecto y Marca personal «desbloquear eso que la detiene a avanzar»
2. Dar pasos para desarrollar su Método de trabajo profesional.
3. Lanzarse a contactar clientes.
Y es que, tú tienes objetivos muy tuyos, objetivos que tienen todo que ver con tu personalidad y, si te animas en «Claridad» te compartiré cómo se fuciona todo.
Gracias por llegar al final de mi historia y comunicación, me despido enviándote un gran abrazo.
¡Será genial conocerte si tomas mi sesión de Claridad!
Mir
Fundadora de Empatía Jurídica®
Abogada, Coach de Negocios, Launch Manager y Speaker.